El equipo del proyecto ha diseñado una planificación que se centra en las necesidades individuales de cada persona y en el aprendizaje vicario, obtenido a través de grupos terapéuticos. Consideramos el tipo de adicción y el estadio de cambio en el que se encuentra cada individuo, siguiendo la teoría de los «Estadios del cambio» de Prochaska y DiClemente. Esto nos permite trabajar de manera personalizada para avanzar hacia las fases de acción y mantenimiento.
Para evaluar el progreso del programa, emplearemos una metodología que recoja tanto datos cualitativos como cuantitativos. Los métodos específicos son:
- Observación directa: Nos permitirá conocer aspectos importantes de las personas participantes.
- Cuestionarios y encuestas: Proporcionarán información relevante, tanto desde la perspectiva auto aplicada por los participantes como desde la visión del equipo técnico.
- Entrevistas individuales: Se llevarán a cabo terapias individuales que complementarán las sesiones grupales y permitirán a los participantes expresar directamente sus percepciones sobre el programa.
Nuestro proyecto se enmarca dentro del III Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones, especialmente en el área sociosanitaria. Siguiendo estas directrices, hemos rediseñado actividades y objetivos para mejorar la eficacia del programa. De manera transversal, nuestro proyecto adopta un enfoque de género, promoviendo en todo momento la igualdad y una perspectiva de género en todas las actividades y objetivos.