Las secuelas del proceso migratorio

El proceso migratorio supone una vivencia muy estresante para la persona que la realiza y tiene secuelas en su estabilidad emocional y psicológica
Víctor Escudero
Psicólogo del Área de Atención Humanitaria
Cuando la persona abandona su país de origen, no es consciente de los aspectos significativos de su vida que perderá durante este proceso, ni la cantidad de situaciones estresantes por las que tendrá que pasar. Todo esto, añadido a la falta de información para superar todas estas nuevas tesituras que conlleva un desgaste personal y que acarrea un costo emocional bastante elevado.
Existen muchas fuentes de estrés migratorio para la persona, como los temores que aumentan en el viaje, la búsqueda de trabajo cuando llegan al país de destino, la búsqueda de vivienda, la posibilidad de que sean detenidos y su posterior expulsión al encontrarse en una situación irregular, la dificultad de la tramitación de documentos o incluso, el afrontamiento de los prejuicios que se tienen sobre las personas migrantes.
La salud mental, según la definición de la OMS (Organización Mundial de la Salud) se define como “un estado de bienestar en el cual la persona es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. Este estado de bienestar es fundamental por estar presente en todas las etapas de nuestra vida, desde la niñez hasta la etapa adulta y que incluye nuestro bienestar emocional, social y psicológico. Por lo que contribuye en todos los aspectos de la vida, tanto en las relaciones personales, en el trabajo o en el bienestar físico.
Al ser la salud mental una parte fundamental de nuestras vidas, más importancia toma si se trata en el marco de la migración. Dado que el proceso migratorio supone hacer frente a muchas situaciones de estrés pudiendo ser esta alargada en el tiempo durante años, de una intensidad alta y bastante significante. Este proceso implica hacer frente a distintos aspectos psicológicos y afrontar varias fases de adaptación. La persona debe enfrentarse a cuatro procesos psicológicos principales. Uno de estos procesos sería abordar las pérdidas y duelos de lo que ha tenido que dejar atrás en su país de origen, tanto personas como objetos de valor. Otro proceso es hacer frente a todas las situaciones de estrés y supervivencia a los que se enfrentará con el tiempo. En tercer lugar, se encontraría la adaptación a la nueva cultura y al estrés aculturativo que generaría esta adaptación. Por último estaría la reconstrucción de una nueva identidad que irá formando en el destino.
Como psicólogo de Nuevo Hogar Betania, he tenido el privilegio de acompañar a muchas personas en este proceso tan duro como el proceso migratorio. Son historias muy emotivas, conmovedoras, llenas de esperanzas y de mucha fuerza interna. Este proceso migratorio es un viaje transformador que implica muchos ajustes en la persona, cambios en la forma de vida y adaptaciones a una cultura diferente. Hay que reunir y tener mucho valor para dejar toda tu vida atrás junto a todas las personas que conoces, familia y amigos, y marcharte, sin saber si algún día los volverás a ver. Como cualquier cambio, implica desencadenar nuevos desafíos que impactan de manera significativa en la salud mental de la persona.
Nos encontramos con diversos factores de riesgo que afectan a la salud mental de las personas que inician este proceso. Esta población que inicia el camino migratorio presenta un doble riesgo con respecto a la salud mental. Por un lado este proceso supone un cambio en muchos aspectos fundamentales en la vida de la persona y por el otro lado, estas personas pertenecen a un colectivo en riesgo de exclusión social con todos los problemas que esto conlleva de por sí.
Existen factores psicológicos y emocionales que afectan en la salud mental de las personas que comienzan este proceso. Uno de estos factores, como es el estrés, es una fuente constante en el proceso migratorio que empieza en la toma de la decisión de migrar hasta la incertidumbre sobre el futuro que aguarda. La ansiedad también es un factor importante dado que la preocupación por dejar a la familia en el país de origen, incluso por la seguridad personal o la adaptación a una nueva cultura. La depresión también sería un factor psicológico por la sensación de pérdida de la persona, el aislamiento social que sufre al llegar al destino o todas las dificultades para encontrar un lugar en la sociedad, puede llevar a la persona a estados depresivos.
También existen factores sociales y culturales que juegan un papel fundamental como la precariedad laboral, siendo muy alta la dificultad de encontrar un trabajo estable que proporcione independencia a la persona. La pérdida de una red de apoyo al dejar todo atrás y con la pérdida de apoyo emocional que esto conlleva. Y por último, la discriminación y los prejuicios que las personas pueden sufrir, generando sentimientos de rechazo y dificultando la integración en la nueva sociedad.
Otros factores como la edad dado que niños, niñas y adolescentes migrantes pueden presentar inconvenientes específicos como dificultades en las relaciones sociales. El género sería otro factor a destacar porque las mujeres migrantes tienen que enfrentarse a desafíos adicionales como la violencia de género y por último, destacar la identidad de género al influir en la salud mental de las personas que han iniciado el proceso migratorio por poder experimentar discriminaciones adicionales y un mayor riesgo de sufrir violencia.
En Betania trabajamos para que estos factores afecten mínimamente a la salud mental de estas personas y tengan el menor impacto. Para poder ayudar en la salud mental en este proceso tan duro y complejo, la prevención resulta fundamental, ofreciendo información y recursos para desestigmatizar la salud mental, desmitificando las creencias erróneas que existen sobre ello. Asimismo, capacitamos a los profesionales que se encuentran en nuestra entidad para poder identificar los signos de malestar psicológico y saber cómo reaccionar ante estos signos, recibiendo talleres y/o formaciones que nos ayuden con orientaciones claras y concisas. E igualmente trabajamos en fomentar la creación de una red de apoyo en el país de destino a las personas que se encuentran con nosotros donde le puedan brindar apoyo social y emocional. También ofrecemos a las personas estrategias para promover estilos de vida saludables como factor protector de su salud mental.
La salud mental de las personas migrantes es un tema de mucha trascendencia que requiere de nuestra atención y compromiso. Nuestro objetivo tiene que ser la construcción de un mundo más inclusivo para todas las personas, donde todas las partes pongamos nuestra ayuda, grande o pequeña pero que vaya sumando para cumplir el objetivo marcado.
Este tema es un desafío global que exige una respuesta urgente por parte de todos. Es fundamental que los gobiernos, organizaciones internacionales, profesionales y la sociedad civil en general, trabajen de manera conjunta para poder garantizar el bienestar psicológico de las personas migrantes. Todos y todas podemos contribuir a mejorar la vida de estas personas si nos informamos sobre dicho tema, ya sea leyendo artículos o asistiendo a charlas y/o formaciones concretas. Realizando voluntariados colaborando con entidades como la nuestra por ejemplo, donde en Betania ofrecemos voluntariados para dar visibilidad en este tema y a contribuir a la formación de las personas voluntarias en esta problemática tan compleja. Si al leer este artículo se ha removido algo internamente, puedes empezar tu camino con nosotros llamando al 622 119 578 o escribiendo un correo electrónico en la dirección voluntariado@nuevohogarbetania.com y contarnos todo lo que nos podría aportar para ayudarnos y a ayudar, a todas estas personas que están viviendo un proceso muy complicado y que les marcará de por vida.
Con todo lo expuesto anteriormente y trabajando con el mismo objetivo de crear un mundo más justo y equitativo, lograríamos que todas las personas tengan una vida más plena y justa. Como psicólogo que trabaja en Betania a diario con personas migrantes, he podido ser testigo de su resistencia y resiliencia pero a la vez también, de su vulnerabilidad y aflicción que llevan consigo. Es fundamental que abordemos todo esto como sociedad y reconozcamos las necesidades de las personas migrantes para brindarles los recursos y herramientas necesarias para otorgarles la posibilidad de construir una vida plena.